Si bien en la entrega anterior nos encontrábamos en Triana, para visitar el restaurante Albarama tendremos que ir hasta otro lugar especial, la Plaza San Francisco, frente al Ayuntamiento, es decir, el casco histórico de Sevilla.
Este enclave destaca por la concentración de numerosos edificios emblemáticos de la ciudad como la Giralda o el alcázar. Sin embargo, entre tanta historia encontramos el restaurante Albarama.
Lo primero que destaca de este establecimiento es el contraste de su interior con el entorno que lo rodea. El restaurante Albarama está decorado con formas geométricas modernas y minimalistas.
Además, posee un patio interior iluminado por un lucernario, que combinado con sus macetas colgantes crean un ambiente único. Por si fuera poco, también dispone de una terraza exterior muy agradable que sale a la misma Plaza San Francisco.
La carta que podemos encontrar en este restaurante sigue las líneas de su decoración, ya que ofrece platos y tapas tradicionales pero siempre con un toque de originalidad en cuanto a sabor y presentación. Si de verdad queréis probar algo único no podéis perderos el Erizo de mar con huevo de codorniz o el solomillo ibérico con foie mi-cuit y salsa de shiitake.
Si prefieres tomar un aperitivo te recomendamos que pruebes su gran variedad de entrantes. Además, podrás acompañar esta deliciosa comida con una impresionante bodega de vinos, cavas y champagne.
Todo ello con un servicio exquisito, un buen manejo de los tiempos y trato agradable.
El restaurante Albero reúne las características para poder sorprender a tus amigos, pareja y compañeros de trabajo..¡Ah, y tiene wi-fi!
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